dimarts, 30 de setembre del 2014

El café antes de tus labios.

'Dime un número que contaremos paradas de tren' decidiste. 
'Lo siento pero yo ya no puedo con esto' la cagué. 


Nunca es demasiado tarde para volver a amar, me dijeron. Soy yo la que ha añadido el 'para volver'. Me pareció más bonito saber que se trataba de una segunda oportunidad que no de un comienzo improvisado. 
El peor error sin duda alguna fue decirte mis trece canciones favoritas, y que las hicieras tuyas; que sus letras me recuerden tu mirada, y que mis manos echen de menos las tuyas. La peor tortura es la de soñar con tu espalda y tus 'solo así podría dormir a gusto'. 

Mentira.

Lo peor es verte cada día y tener que sonreír. Y lo pienso y no encuentro ni un por qué, ni una razón, ni una explicación, simplemente un impulso, una espontánea rendición. Estoy harta de entre buscar en mis entrañas y que los recuerdos se claven aún más en la coraza de vidrio de mi corazón. '¡Vayamos a marte! Que nuestro gato de la suerte es negro.' 
Algún día te contaré las pecas, susurraste; y el algún día nunca existió. 
Siento la necesidad de decirte que con el pelo sin cortar estás más guapo y que el café antes de tus labios sabe mejor que después. Y no sé. Que sentía la necesidad de escribir sobre ti, y que vivo con la esperanza de que dejes de soltar todo lo que piensas. Que lo repienses antes de disparar. Que los tiros duelen más si son a flores y directos que no suaves e indirectos. Advertencia. 

Te aviso. 

No sé que hago con mi vida, pero a veces me cuesta seguir y pienso en recaer. Me gustaba volver a las tres de la madrugada a casa, acompañada de tu mano y con tu sudadera puesta. 
Las perchas. Siguen aquí. 
Dato que no importa.
Prosigo.
Es difícil hasta para mi ordenarme, supongo que es difícil para los demás entenderme. Y más cuando ni siquiera me conoces. No te culpo. Sí me culpo. Intento no castigarme porque te lo prometí, pero que deshacer camas era fácil contigo al lado, deshacerme a mi misma me es tan fácil que lo hago con los ojos cerrados y llorando. 

Verdad. 

Que te quiero también lo es, que existe esta segunda oportunidad aún no lo sé.

dijous, 18 de setembre del 2014

khaos.

He olvidado como escribir, sobre quién escribir, bajo tuyo vivir, cuando escribir, dónde sentir.
Ahora confundo el dolor de cabeza con el dolor que me provocas, y el cosquilleo del estómago con el picor de mi nariz.
Saludo a quien quiere evitarme y echo de mi vida a quien desea quedarse. Fallo técnico.
Mi caos personalizado, lo tuneé con tu color favorito, para que se hiciera más ameno el apuntar tus faltas de asistencia.
Demasiados puntos negativos tenía nuestra relación como para poder aprobarla. Y eso de dibujar a todas horas y dejar volar lo que pasa por mi cabeza me afecta y afecta a mis líneas y a mis letras. Se nota. Se siente.
Sigues ahí a pesar de compararme y es que no siempre se puede ser original. A veces se me olvida y me vuelvo copia de la que era antes.
Ya no sé ni que digo. Solamente sé que yo me entiendo y que no quiero opiniones sobre algo que no vale la pena ni que le presten atención.
Probablemente acabará eliminado. Pero bué,

un sin sentido somos.

Te aviso.

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