divendres, 24 de gener del 2014

Lucía como las rosas.






Querer a alguien más que al cine y a las flores es algo extremista para mi. Nunca pensé que desearía comerme el mundo solamente por abrazar a alguien, y menos que ese alguien se convirtiera en alguien tan especial. 
Imaginar que muevo mares, océanos, continentes, mundos, constelaciones, galaxias y demás cantidades de materia y no materia enorme, me hace llegar a la conclusión de que si deseo algo lo tendré. 
Y no puedo desear nada más. 
Ella es tan genial, tan brillante y tan extraodinaria que nunca me imaginé que encontraría a alguien con quien confiar plenamente como lo hago con ella. Nunca soñé con tener a alguien que me explicara las mismas estupideces que yo, con mis mismos gustos y aún menos que me entendiera. 
Sí. ¡He encontrado a mi tercera persona favorita! Los dos primeros me salvaron la vida, ella la ha arreglado. 

Lucía y se apagó. 
Lucía como las rosas que tanto adoro, las pochas, las marchitas, pero tan bellas y geniales. 
Lucía como una película ante mis ojos. 
Lucía como el café de aquél lunes 23. 
Lucía como aquél rojo 107.
Lucía a base de colores, lágrimas interiores, canciones que hablaban de dragones y dolor, magia a tres amigos y salvavidas de pelo rosa. 
Lucía y el sol era una simple bombilla a su lado. 
Lucía y se fundió. 

dijous, 23 de gener del 2014

El rojo 107.

Hablando de canciones, como quién dice que habla de vidas.
Viviendo a idas, vueltas, giros a grados y subidas con montañas rusas, o montañas rusas con bajadas.
Deseando labios que no están a mi disposición, y  abrazos a domicilio.
Creando camas deshechas y amor hecho.
Respirando aire frío y caricias calientes.
Fumando cigarrillos con mis marcas de carmín.
Suspirando de madrugada con el sol a tantos kilómetros como tu estabas.
Tragando con los ojos películas que a fuego y lágrimas quedarían mejor en nuestros corazones.
Pintando sueños de futuro, ya que planes no son.
Echando en falta palabras que en boca de otro serían barbaridades.
Anhelando que las cuentas atrás se llenen de ceros.
Ceros que si tuvieran una unidad de medida pequeña detrás, serían más deseados.
Durmiendo insomnios que fuero creados por tu persona y asesinados por tus dedos en mi piel.
Andando sola a contrarreloj, aquello que dijimos que ligados por nuestros dedos memorizaríamos bajo las lágrimas del cielo.
Volando muerta lugares dichos alguna tarde.
Llorando rota dichos verbos, promesas, palabras, te quieros e hipérboles que tan solo salieron de nuestras bocas para disiparse en un aire que no volveríamos a respirar.

Mi vida se basa en eso, y en pintar mis labios del rojo que dijiste que me definía.
 Un rojo, 107.
Como el de la sangre, la roja pocha que tanto adoro o el de tu marca en mi cuello.
(Aunque cambiaré el "Un rojo" por "El rojo" para que sea especial y no indefinido.)

dimecres, 22 de gener del 2014

Mi peor miedo hecho realidad.

Ataques de pánico, llantos, suspiros, maldiciones, insultos, odio. 
Todo esto me ha ocurrido siempre que he rozado mi peor miedo, el quedarme y/o estar sola.
Creo que nunca ha habido nada que me de más miedo. Creo que es la única cosa a la que de verdad temo.
De pequeña solía ser una horrible persons, con sentimientos pero igualmente horrible. Me cae fatal mi yo del pasado.
Siemore he tenido dos grupos de amigas, con los que aún mantengo contacto, el caso es que nunca les he contado nada. Nunca les he cointado mis preocupaciones, mis miedos o mis ilusiones. Siento que nadie en este jodido mundo me entiende. 
Llegó un punto en el que los problemas tomaron el papel protagonista en  mi vida, me hice twitter. Bueno, reabrí el twitter que me hice en la época de: Oh, sí. Tengo una cuenta en todas las redes sociales.
Puedo decir que ha habido personas apoyándome cuando lo he pasado mal. Puedo decir que siempre ha habido alguien en algún que otro momento puntual. Claro, siempre hay los típicos que te dicen, oh si te ocurre algo ya sabes.
No. No iré a contarle mis mierdas a un desconocido, no.
He llegado a la conclusión que en tida mi vida he confiado plenamente en dos personas. Y ya no lo hago.
He llegado a la conclusión de que estoy sola en este jodido mundo lleno de personas.
He llegado a la conclusión de que en vez de cumplir mis sueños, he hecho realidad mi peor miedo. Y sin darme cuenta. Simplemente con el paso del tiempo.
Y no, no escribo esto para complacer a x personas que se dignan a leerme, lo hago porque no tengo a quién contarselo. Eso es todo. 
Ahora, evitaréis anónimos en ask, y menciones inútiles que no cambiaran nada. 
Aunque muchas gracias por hacerme sentir leída.

divendres, 3 de gener del 2014

Fake plastic friends.


Hay días en los que todo es gris, frío y lluvioso. Sí, esos días que me encantan, esos días en los que contemplo el frío. En los que el frío huele a madera, a hojas mojadas y a asfalto húmedo. 

Días en los que te das cuenta de que; ¡oh! no tienes a nadie excepto a dos personas.
Días en los que te das cuenta de lo mucho que has cambiado. 

Y es que, que te vengan personas, que antes, por error alguno etiquetabas como amigos, y te digan que ya no les gustas, que ya no gustas como persona, que todo lo que dices es porqué buscas compasión, que utilizas la humildad propia, que todo lo que dices es para dar pena; es sinceramente triste. 

Me considero una persona difícil. 
Difícil, de comprender, difícil de querer, difícil de apreciar y difícil de odiar. No acostumbro a confiar en la gente y este último año las he pasado putas. Creo que nunca había crecido tanto, creo que nunca antes había aprendido tanto conmigo misma. 
He aprendido a no confiar, a no etiquetar, a no ilusionarme (cosa que aún debo trabajar), a no desconfiar tampoco, a hacer lo que me gusta y a decir lo que quiero, cuando quiero y cómo quiero. 
No creo que sea un defecto eso. No creo que ser sincera con una misma sea un defecto. Si lo es tener la autoestima baja. 
No, no, no. Rectifico. Es una desgracia tener la autoestima baja, y lo es más no tener autoestima. Sí, joder. Juro que no lo hago a propósito. Juro que todo lo que digo, hago y pienso triste no lo hago a propósito. No lo hago con ninguna finalidad, no lo hago con ningún objetivo que no sea el de comprenderme a mi misma. 

¿Cómo me van a entender los demás si ni yo logro entenderme? ¿Y cómo logro entenderme si no puedo explicarme yo misma las cosas?

Mentiras, ilusiones, decepciones, idas, vueltas, idas otra vez, quedadas, abrazos, consejos, inútiles, útiles, personas, no personas, amigos, falsos, verdaderos, de plástico, de carne y hueso. 

Joder, como me ha jodido el tiempo. Predecimos el futuro para que no nos pille desprevenidos. 

Me siento incormprendida, rodeada de amigos de plástico falso, o amigos falsos de plástico, o plástico de amigos falsos. 

Yo qué sé. El caso es que la combinación de amigos, falsos y plástico no es buena. 
De buena solo tiene la canción de Radiohead (aunque esa hable de árboles en vez de amigos.)

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